Las diferencias entre el diábrand interno positivo y el negativo se vuelven claras cuando analizamos cómo influyen en nuestras respuestas ante situaciones cotidianas. Imagina que estás en una reunión de trabajo y presentas una plan que no es bien recibida por tus compañeros.
El diálogo interno positivo no elimina los problemas, pero los contextualiza. Nos permite enfocarnos en nuestras fortalezas y recordar que los errores no definen quiénes somos, sino que son oportunidades para aprender y crecer.
Por el contrario, si nos decimos a nosotros mismos "voy a dar lo mejor de mí en la entrevista y tengo habilidades valiosas para ofrecer", estamos generando pensamientos positivos que aumentarán nuestra autoestima y nuestras posibilidades de éxito.
Algunas de estas prácticas corruptas están tan arraigadas en nuestra personalidad que a menudo ni siquiera somos conscientes de ellas. Estamos en piloto automático, repitiendo los mismos errores y obteniendo los mismos resultados lamentables una y otra vez.
En lugar de pensar en todo lo que podría salir mal es mejor visualizarnos alcanzando nuestras metas y objetivos, eso nos dará el impulso diario que necesitamos para no autosabotearnos y dejar nuestros sueños.
Nuestro crítico interno tiene unas Concepts demasiado rígidas, nos plantea objetivos inalcanzables y se convierte en un duro censor de nuestras conductas y actitudes vitales.
Podemos preguntarnos si lo que estamos pensando es realmente cierto o si hay otra forma de ver la situación. También podemos tratar de enfocarnos en pensamientos más positivos y constructivos.
Que no implica criticar para mejorar sino para juzgar, para remarcar con letras capitales los errores cometidos disminuyendo los logros. Este diábrand por lo basic no es ni siquiera nuestra propia voz sino la voz de alguien que nos criticó antes; mamá, papá una ex pareja.
Y esto no es una tarea sencilla porque gran parte de los mensajes que nos lanzamos en nuestro día a día, están tan normalizados, que casi no nos damos cuenta ni de que están.
O que dizemos a nós mesmos e repetimos em nossas mentes pode condicionar nossa maneira de ver o mundo e nos relacionar com ele.
La razón por la que la comparación no funciona es que la vida de cada persona es completamente diferente a la de la otra. Hay tantas variables que no es realista intentar ser otra persona.
Cuando sentimos vergüenza, estos sentimientos nos hacen querer ir dentro de nosotras/os mismas/os, resguardarnos y retirarnos de aquello que nos provoca sentimientos desagradables. Esto puede desencadenar en comportamientos de evitación para calmar la ansiedad. El punto es que la vergüenza y la autocrítica nos impiden hacer las cosas que necesitamos para cuidarnos a nosotras/os mismas/os y, en última instancia, ser compasivas/os, establecer conexión con otras personas y aumentar nuestra motivación.
Si hemos aprendido a hablar con nosotros mismos de una determinada read more manera, esto quiere decir que también podemos aprender a hacerlo de otra. En otras palabras, es posible desaprender el diáemblem interno negativo y aprender el positivo, mucho más constructivo y deseable.
El reconocimiento y comprensión de nuestra voz interior pueden ser claves para el autoconocimiento y el desarrollo personalized. Al identificar los patrones de pensamiento que conforman este diáemblem interno, somos capaces de entender mejor nuestras motivaciones, miedos y deseos.